REIKI, EL MEJOR ALIADO PARA COMBATIR EL ESTRES

La mayoría de nosotros estamos sometidos a un nivel de estrés diario excesivamente alto, existen multitud de situaciones cada día que nos provocan estrés en un grado u otro, la cuestión es saber ejercer el control necesario para este tipo de situaciones.

 

Una de las mayores causas de estrés a la que estamos sometidos es nuestro entorno laboral: insatisfacción con nuestro desempeño, presión, problemas con nuestros compañeros, jornadas de trabajo interminables… Pero al salir, nuestras responsabilidades continúan, los niños, la pareja, los amigos… Esto unido a que, en ocasiones, hay situaciones extremas, como la pérdida de un ser querido, una separación, enfermedades…

 

Una buena actitud, correcta y positiva en cualquier entorno es de vital importancia para enfrentarnos al estrés que nos provoca el intenso ritmo de vida que llevamos.

 

 

Como consigo esta actitud tan deseada:

 

Reiki, mediante la meditación e imposición de manos del terapeuta, proporciona en el paciente una sensación de paz y estabilidad en el momento de la sesión, y de control de los sentimientos y equilibrio general físico y psíquico que perdura en el tiempo.

 

En función de las condiciones físicas y emocionales de cada paciente se determinará la duración del tratamiento y las sesiones que se deban llevar a cabo, teniendo en cuenta siempre que es el paciente quien dirige su tratamiento y el mejor conocedor de su estado de ánimo y salud.

 

El estrés no es “del todo malo” para nuestro organismo, en pequeñas dosis nos genera una respuesta positiva que nos hace ser más eficientes y proactivos pero, ¿qué pasa cuando no somos capaces de controlarlo? El estrés suprime la función del sistema inmunológico, si el estrés se instala definitivamente en nuestro día a día daña a la función de nuestro cuerpo destinada a protegernos, el resultado puede ser muy peligroso. Es inevitable que tengamos estrés, la cuestión es aprender a controlarlo.

 

 

Como me ayuda Reiki:

Reiki es una brillante técnica de relajación que ayuda a controlar el estrés, a dominarlo y a controlarlo.

 

Empezarás a notarlo desde la primera sesión, desde el momento en que el terapeuta imponga sus manos en tu cuerpo y comience a meditar, y a partir de ese momento comenzarás a notar cambios sustanciales en tu estado de ánimo.